Follada por toda la familia para celebrar los 18 años - 2
Joaquin y Hugo habían quedado a comer con dos empresarios americanos que querían traer una sucursal a Madrid y que ellos les llevasen las cuentas.
Mientras en su casa las mujeres de su vida comen desnudas, Joaquin Riveros disfrutaba del mejor marisco de Madrid con sus nuevos clientes.
- La idea es buscar ya un local y montarlo para empezar a producir ya en verano. - dijo uno de los americanos en inglés, idioma en el que estaban hablando y que tanto Joaquin como Hugo dominaban. Ambos, eran bilingües, y el propio Joaquin, se había encargado de que sus hijas también lo fueran.
- Mañana tenemos cita para ver cinco locales en el centro de Madrid - dijo el otro socio tras saborear su flor de alcachofa confitada.
- Bien. - contestó Hugo - Joaquin o yo,incluso los dos si lo desean, podemos acompañarlos.
Los americanos asintieron. Una atractiva camarera legó sonriendo con una botella de vino y escanció a cada comensal, sonrió y se alejó. Uno de los americanos se quedó mirándola alejarse, deleitándose con el movimiento de sus piernas envueltas en medias y s culo ajustado a una falda corta que estilizaba su figura.
- Chica guapa. - dijo sin cortarse. - Las chicas en Madrid son muy atractivas y provocativas.
- Si… pero caras si quieres acostarte con una - dijo el otro americano - La última vez me gasté una fortuna. Más de quinientos euros por un simple polvo de solo una hora.
Todos sonrieron, Joaquin el que más.
- Se alojaban en el Wellington, ¿verdad? - dijo tras mirar sonriendo a Hugo que sabía por dónde iba a ir su amigo.
Los americanos asintieron.
- Mi casa está a tan solo cinco minutos.
>> Allí… bueno, allí llevo un negocio particular…
Los dos americanos miraron.
- Vaya, que si quieren echar un polvo, tengo con quien, y por mucho menos. Caramba, por poco más de ochocientos, les dejo estar toda la noche con una de mis chicas el tiempo que deseen siempre que usen condón. Mil quinientos si quieren hacerlo todo sin usarlo.
- ¿Una de sus chicas? - dijo asombrado y con curiosidad uno de los americanos.
- Tenemos tiempo - dijo Joaquin tras mirar la hora - Dejen que les explique y luego decidan.
Y empezó a hablar.
Estaban ya los dos vestidos, aunque Natalia seguía descalza y, sentada encima de la mesa, apoyaba sus pies en las piernas de Fernando que los acariciaba y besaba cada poco.
- No sabes lo celoso que me pone que folles con más gente. ¿Con alguien más lo haces gratis? - dijo el director del colegio tras coger el pie derecho de Natalia y lamerlo.
La chica sonrió presionando la entrepierna del hombre con el otro pie. Fernando sonrió gimiendo y la muchacha notó que se empezaba a empalmar de nuevo.
- Esto ya lo hemos hablado. Mi padre, mi abuelo, mi jefe, y tú, cielito, sois mis chicos favoritos. El resto, paga como es debido.
Fernando besaba el pie de la muchacha que no dejaba de frotar con el otro la entrepierna, deseaba masturbarle con los pies.
- Ya… - dijo Fernando empezando a excitarse - Pero me duele…
>> ¿Puedo preguntarte algo? - dijo mientras se desabrochaba el pantalón ante la sonrisa de Natalia.
- Adelante.
- ¿En serio gozas con todo esto?
Encerrando la polla de Fernando entre sus dos pies una vez estuvo fuera de sus calzoncillos y el hombre los dejó a la altura de los tobillos junto a los pantalones, empezó a moverlos suavemente y a acariciar la polla de Fernando con ellos.
- Más que con nada.
>> Las primeras veces con papá y el abuelo dolían, y mucho, y me sentia mal, pero en cuanto empecé a follar con otros descubrí el placer, y como papá, el abuelo y mi tío venían a verme cuando querían, muchas veces entre cliente y cliente, empecé a gozar con ellos, incluso a desearles. Nadie me llena de carne el ojete como mi abuelo. Es increíble el tamaño de su polla con su edad.
- Aceptarías… - dijo gimiendo Fernando - Repetir lo de hoy… pero con… con otros dos de tus favoritos.. - y gimiendo se corrió sobre los pies de Natalia que sonrío. Con cuidado, la chica, alejó los pies de Fernando sin mancharle y empezó a lamerlos. Cuando los dejó limpios, sonrió.
- Si te da igual con quien… yo lo negocio cariño.
Y los dos sonrieron excitados deseando volver a ser cuatro.
Cuando salió de la ducha y del baño mojando el suelo al hacerlo Cielo Riveros vio que en su habitación ya estaban su madre y su abuela. La niña suspiró ahogando un gemido de desesperación. De nuevo, ver los pubis depilados de las dos mujeres le gustó, y tímida, acarició su pubis cubierto aún de vello. Las dos mujeres le sonrieron.
- Venga cariño, acabemos cuanto antes.
Cielo Riveros vió que habían puesto un cojín sobre la cama, la niña fue hasta allí y se tumbó de tal forma que el cojín, bajo sus nalgas, elevaba su pelvis y dejaba su entrepierna bien expuesta.
- Ábrete de piernas, cielo. - dijo su abuela con cariño.
Cielo Riveros, obedeció y cerró los ojos. Al momento, notó las manos de las dos mujeres acariciar sus muslos y su su pubis, su vello, y cerró los ojos, apretándolos fuerte. Enseguida escuchó un zumbido y notó que le pasaban algo por su pubis. Estaban usando un cortapelo para eliminar toda la capa de vello que más abultaba. a acabar, notó cómo la acariciaban y sacudían el vello sobrante. No sabía quién hacía cada cosa, Cielo Riveros seguía con los ojos cerrados, tratando de aguantar las lágrimas.
- Ahora muy quieta cielito, no quisiéramos cortarte.
Esla asintió, notó cómo pasaban una esponja o algo suave y húmedo por su coño y muslos y después cmo extendieron algo, jabón de afeitar, supuso, y al momento, como rasuraban con una navaja, la misma y vieja navaja que se usó ya en su día con su abuela, pasándola con delicadeza por toda la superficie de su pubis, sus muslos internos, alrededor de los delicados labios de su tierno y sonrosado coñito, notando como para liberar bien los pliegues metian los dedos dentro, provocando un espasmo de placer que la hizo gemir.
Después, volvió a notar como la pasaban la esponja y a continuación, sintió como los pequeños pelos que quedaban sueltos eran retirados minuciosamente con unas pinzas, uno a uno, provocando pequeños espasmos. Finalmente, las suaves manos acariciaron toda la superficie rasurada untando unos aceites que impregnan toda la estancia a lavanda.
- Lista. - dijo sonriendo Ana, su madre. - Precioso amor mio, tienes un coño, precioso.
La mujer se inclinó y besó el pubis de su hija,Cielo Riveros, abrió los ojos para ver cómo su madre levantaba la cabeza de su entrepierna y su abuela la plantaba también un beso, dejando deslizar su lengua por su raja y presionando con ella haciéndola arquear la espalda y gemir.
- El más bonito de las tres, sin duda. Te lo digo yo, que he visto y probado los otros dos. - Dijo la mujer sonriendo y acariciando después el coño de su nieta.
- Y ahora vayamos a mi dormitorio. - dijo Ana - En el baño, junto a al bañera, te esperan lso instrumentos para el enema.
Sollozando, Cielo Riveros se levantó, y pudro admirar su pubis y coño rasurados. Se excitó, y sonrió sin saber porque mientras lo acariciaba. Estaba muy bon ito en verdad.
- ¿Te gusta? - dijo sonriendo su madre.
La niña asintió.
- Desde hoy, es tu deber mantenerlo siempre así. ¿Serás capaz?
Sollozando, pero sonriendo, sin entender bien porqué lo hacía, Cielo Riveros asintió, Su madre se acercó a ella y la besó en la boca, y su abuela a continuación repitió,
- Pues no perdamos más tiempo, vayamos a hacerte ese enema, papá no tardará en llegar y querrá que tengas el culo muy limpio.
Y desnudas, las tres mujeres salieron del cuarto de Cielo Riveros para ir al de sus padres.
Ana y Lorena aplican a Cielo Riveros un enema preparándola así para convertirse en mujer de manos de su padre y abuelo.
Nada más entrar en su dormitorio, Ana indicó a Cielo Riveros que fuera al baño del mismo.
- Metete en la bañera y ponte a cuatro patas, cariño.
Sumisa, aguantando las lágrimas, Cielo Riveros, arrastrando sus pies por el suelo, seguida por las dos mujeres en todo momento, llegó hasta el baño y obedeció, metiéndose dentro de la chrome bañera rectangular sin poder dejar de temblar.
- Dobla más las piernas hacia tu pecho elevando el culo. - Cielo Riveros obedeció de nuevo - Eso es cielito, muy bien. - dijo su madre sonriendo y acariciando las nalgas de la niña y el coño desde atrás, satisfecha por el excelente rasurado que habían hecho ella y su propia madre.
Mientras Ana ayudaba a Cielo Riveros a colocarse en una posición adecuada para lo que venía, Lorena había abierto el grifo del agua caliente y cuando esta estuvo a una temperatura que consideraba adecuada, ni muy caliente, ni templada, llenó una jarra y después vertió en la misma el contenido de un sobre, removiendo a continuación.
- Bien cariño, ahora, relaja el culo.
Cielo Riveros, gimiendo, obedeció, y enseguida notó como la introducen algo, la niña se tensó y apretó sus ojos mientras su madre. metía una cánula en el ano de su hija y después unía a una bolsa parecida a la de los goteros de los hospitales pero con capacidad para tres litros. En el extremo de la bolsa donde había fajado el otro de la cánula había una mariposa de plástico para abrir o cerrar el paso del líquido que permanecía cerrada.. Con la ayuda de su madre, Ana fue llenando la bolsa del contenido de tres jarras idénticas como la que ya tenían preparada.
- Ahora cariño - dijo Ana acariciando el pelo de Cielo Riveros - Relajate y dejate llevar.
Te va a molestar, escocer y quizás doler, pero es necesario. Haremos la operación minimo dos veces.
Cielo Riveros asintió llorando.
- Sí mami.
Y cerró los ojos fuertemente
- Allá vamos. - dijo la abuela sonriendo, y giró la mariposa dejando pasar el líquido por el tubo hacia el culo de Cielo Riveros.
Poco a poco, la chiquilla empezó a notar como el líquido entraba dentro de ella hinchando su vientre por la presión, notando efectivamente, como escocia, como ardía, como dolía, obligandola a cerrar los ojos y apretar los dientes fuertemente, cerrando sus manos y encogiendo los dedos de los pies para tratar de soportar esas sensaciones, dejando escapar alguna lágrima por entre sus párpados apretados.
Rápidamente, el laxante que contenía esos sobres que habían añadido al agua las dos mujeres, empezó a hacer su efecto y las tripas de Cielo Riveros empezaron a sonar fuertemente. Ambas mujeres sonrieron, sabían que esto iba a pasar, y saben perfectamente lo que va a pasar a continuación. No es agradable, pero por eso lo hacen en la bañera. Lorena recuerda que a ella se lo hicieron en el suelo del baño y se puso todo perdido. Cuando le tocó a sus hijas, ella ya había decidido hacerlo en una bañera, todo más limpio.
Viendo que casi todo el contenido de la bolsa está ya dentro de Cielo Riveros, cerraron la mariposa y esperaron, tan solo hizo falta aguardar cinco segundos.
Sin poder aguantar más, llorando y chillando, apretando fuertemente su esfínter, Cielo Riveros expulsó la cánula y a continuación, de su culo, empezó a salir a presión casi toda el agua que había entrado en su cuerpecito mezclada con las heces, llenando la bañera de toda esa inmundicia y manchando el cuerpo de una temblorosa y sollozante Cielo Riveros de lo mismo.
El laxante había sido tan fuerte como ambas mujeres esperaban. Cielo Riveros no paraba de cagar con contracciones de su esfínter teniendo unos retortijones que la hacían llorar asqueada al notar como toda ella se manchaba de lo que salía de dentro.
Una vez paró, viendo a una Cielo Riveros sollozante y temblorosa, sonriendo, ambas mujeres prepararon otros tres litros.
- Más no…. piedad…. - susurró Cielo Riveros temblando y llorando al verlas cuando giró su cabeza con los ojos irritados por el llanto. - más no…
- Hay que asegurarse cielo. No querrás que papá y el abuelo se manchen las pollas.
Y sin inmutarse por los sollozos y temblores de Cielo Riveros, sin importarles el olor y el aspecto de la bañera, y de la propia Cielo Riveros, manchada de su propia inmundicia, prepararon otra bolsa y empezaron a llenar el barriga de la chiquilla, que no tardó en llenarse y salir con las mismas consecuencias pero esta vez, más limpia.
- Bien. - Dijo Lorena al ver que los últimos chorros que salían de dentro de Cielo Riveros estaban limpios. - Ahora a limpiarte.
Cogiendo la manguera de la ducha, Ana quitó la alcachofa y metió la boca de la manga en el culo de Cielo Riveros que se puso en tensión.
- ¿Mamí? - susurró aterrada.
- Chssss… - dijo Lorena agarrando el mando del grifo de la ducha - Es el toque final cariño.
Sonriendo, la mujer abrió el grifo al máximo de presión y dejó que el agua entrará dentro de Cielo Riveros que chillo asustada.
- Ahhhhh…. por favor…. mamaaaaaaaaaaá….
Pero la madre y la abuela no hicieron caso, y sin inmutarse, Ana empezó a sacar y meter la goma de dentro del culo de Cielo Riveros haciendo así que el agua, cada vez más y más cristalina, abandonase el cuerpo de su hija que cuando notó como dejaba de penetrar agua tras cerrar el grifo y sacar del todo la manguera, apretó su vientre aliviada dejando salir toda de golpe, mostrado un agua perfectamente limpia y transparente.
- Muy bien cariño.-Dijeron al unísono las dos mujeres satisfechas y sonrientes. - Ahora… limpia la bañera y duchate.
Volvieron a colocar la alcachofa en la manguera y dejaron a Cielo Riveros un bote de gel de ducha y de champú.
- Lávate todo muy bien, tienes media hora. - dijo su madre mirando la hora y sabiendo que su marido no tardaría. - Luego, ve a tu habitación y espera a papá.
Sollozando, levantándose, pisando el suelo de bañera que seguía sucio, a pesar de todo el agua que había salido ya limpia de dentro de ella, Cielo Riveros asintió.
- Vale mamá. - dijo sollozando. - Gracias
Ana sonrió.
- Ya verás cariño. Recordarás este día con gran satisfacción. Todas lo hacemos con el tiempo. Es un momento único en tu vida. Procura disfrutarlo. Ya no te veré hasta que seas una mujer,
Y sin decir nada más, Lorena y Ana salieron del baño y después de la habitación y la dejaron sola para que terminase de prepararse para recibir su mayoría de edad de manos de su padre y su abuelo.
Cielo Riveros es finalmente violada por su padre
Mientras su mujer y su suegra preparaban a su hijita para hacerla una mujer, Joaquin volvía en coche a casa con una sonrisa en la cara.
Los dos empresarios americanos, pasarían la noche del día siguiente con Natalia y Katherine Riveros.
Mientras el taxi le llevaba a casa, Joaquin avisaba a la familia del pueblo que al final irán el sábado, la visita de los americanos no se podía desaprovechar. Para la próxima semana, que ya estarían todos de vacaciones menos Natalia, ya había cancelado todo de su hija mediada, ya que irían al pueblo en esta ocasión y su cuñado ya le había confirmado hace poco que tenia clientes para todos los días.
Había cerrado el trato con los americanos en 1500 euros cada uno por toda la noche sin condón con sus hijas, tantas veces como quisieran, y poder repetir cada vez que vinieran a Madrid, avisando antes para cuadrar las agendas.
Joaquin revisaba las agendas de las chicas para hoy. Katherine Riveros tiene con Hugo y dos clientes nuevos, y Natalia con cinco, tres de ellos repiten, dos son nuevos. Y por lo visto, los de Almu quieren usar todos condones. Joaquí ya se imaginaba a su hija Mayor bebiendo el contenido de esos profilácticos cuando acaben con su hermana. La verdad, la mayor de sus hijas le ha salido una zorra de campeonato, y está encantado con ello. Lleva tiempo sin follarsela, piensa teniendo una erección, pero hoy es solo para Cielo Riveros, su niña pequeña que ya se va a hacer mayor.
Excitado, ve como el taxi se para en la puerta de casa. Joaquin sonrie, hoy de nuevo, romperá un himen, y eso, es digno dde celebrar.
Natalia decidió volver a casa dando un paseo.
Descalza por la calle, con los tacones en la mano y notando sus pies pringosos por la última corrida de Fernando que ella había lamido, la chica sonreía sintiendo las miradas de curiosidad de la gente al verla descalza, sabiendo que muchos hombres la miraban con deseo.
La idea de Fernando de follar de nuevo con tres hombres y que fueran todos de su confianza le excitaba, y ya estaba pensando quienes serían los otros dos. Uno, sin duda, su padre, desea la polla de su progenitor como nada en este mundo.
Parada en un semáforo, Natalia sintió a su lado a un hombre mirando sus pies. La chica se giró a tiempo para ver cómo se relamía sin pudor, hasta que al cruzarse sus miradas, se ruborizó y apartó la vista. La chica sonrió. Miró la hora, aún faltaba para que se follasen a su hermana y ella entrara a consolarla, lo cual no podría ser hasta la segura penetración de su padre, así que se acercó a ese hombre, le miró fijamente y poniéndose de puntillas, tras besarle en los labios dejándole sorprendido, le guiño un ojo.
- Cien euros por dejarte lamer mis pies.
El hombre, rojo como un tómate, tragó saliva.
- Y si me gusta como lo haces, te digo cuando y por cuánto puedes follarme.
El hombre sonrió, miró a su alrededor y asintió,
- ¿Dónde los puedo lamer?
Natalia, sonriendo miró alrededor, enfrente estaban unos grandes almacenes.
- Allí, en un probador.
El hombre asintió, y sonriendo, cogidos de la mano, los dos fueron hacia donde Natalia decía mientras la chica, tras dar sus tacones al hombre que sonrió cogiendolos con su mano libre, cogió el móvil para llamar a casa y decir que llegaría tarde para recibir a su padre.
Cuando Joaquin entró en casa, su mujer y su hija mediana estaban esperando en el recibidor desnudas. El hombre besó a ambas en la boca y acarició sus coños metiendo un dedo en cada uno.
- ¿Nati? - dijo tras separarse de ambas y lamer sus dedos complacido por el sabor de los dos coños.
- Llegaría tarde.- dijo Ana sonriendo - Ha llamado diciendo que le había salido un imprevisto por la calle.
Joaquin sonrió, si, sin duda Natalia era una puta de campeonato.
- Bueno. ¿Esta lista?
Ana asintió. Joaqiun sonrió. De la cocina, desnudas igualmente, salieron Lorena y MIkaela, Joaquin , sonriendo, besó a ambas en la boca igualmente y también acarició y pentró sus coños de igual forma. El coño de su suegra seguía siendo jugoso, pensó el hombre excitado, y el de Mikaela, prieto como el de una virgen, respondió a su penetración dactilar mojándose enseguida. Separándose de ambas, volvió a lamerse lso dedos y se desnudó en el mismo recibidor.
- Pues no perdamos más tiempo.
Y ya desnudo, con el peno tieso y duro como una roca, fue al piso de arriba acompañado de su mujer.
Cielo Riveros, muerta de miedo, pudo oír perfectamente los pasos de sus padres por la escalera a pesar de que subían desnudos. La niña, gimiendo, te,blando, se levantó de la cama, donde estaba sentada, y se puso de pie en mitad de la habitación, con las piernas ligeramente abiertas y los brazos caídos a cada lado, con las manos tocando sus muslos. Cuando la puerta se abrió, la chiquilla se mordió el labio inferior y las lágrimas empezaron a cer por su rostro mentiras temblaba de miedo. El momento había llegado, pensó, y ya nada seria igual para ella.
Joaquín sonrió desde la puerta mirando a su hija. Cielo Riveros estaba en el centro de la habitación, desnuda, con el pubis liso, rasurado, blanco, suave. Las tetas pequeñas de pezones rosados y erectos por el miedo que sentía le parecieron las más bonitas del universo, y eso que las otras tres mujeres de la casa las tenían bonitas, sobre todo Katherine Riveros y Ana. Desnudo como estaba, notaba la mirada aterrada de su hija en su prominente y erecta polla que sobresalía de su pubis depilado.
Tras él, Ana sonrió, lanzó un beso a su hija y otro a su marido.
- Suerte. Pasadlo bien. - dijo.
Cielo Riveros sollozó, y Joaquin asintió.
- Gracias. Seguro que si. ¿Verdad cielito? - djo mirando a Cielo Riveros que aterrada no puedo enviar asentir, deseando que todo acabase ya.
Finalmente, la mujer cerró la puerta con llave desde fuera, salvo alguna emergencia, no serían molestados hasta que el avisara.
– Bueno cielito. – dijo Joaquín llegando ante su hija y acariciando su cara. Cielo Riveros tembló y sollozó cerrando los ojos - Oh, mi niña… tranquila, todo va a salir bien. Tus hermanas también tenían miedo al principio, y ahora mira... Nati es toda una puta de campeonato que se bebe hasta el contenido de los condones de quien la folla, - Cielo Riveros gimió al oirlo, desconocía que Nati hiciera eso - Almu es especial, se le da bien todo, no es la mejor, pero se le da bien y tiene a todos contentos siempre Su coño es el más jugoso siempre, lubrica tanto que apenas cuesta follarla. Mami tiene un culo siempre prieto y jugoso, listo para llenar, y ahora tú… tú deberás empezar a ser una niña buena y portarte bien, por eso es que durante un mes, solo serás usada por los de casa, por todo los de casa, abuelo, tío, primos… Para que cuando empieces a cobrar, seas ya una buena puta.
Cielo Riveros temblaba y lloraba ya abiertamente. Su padre sonreía. Acariciando sus tetas, notando como la estimulación surtía efecto y los pezones se endurecían, besó a su hija en la boca y sus lenguas se unieron de nuevo. Cielo Riveros cerró los ojos y dejó sus lágrimas deslizarse por la cara. Joaquín deslizó su mano a la entrepierna de su hija y trató de meter un dedo, pero costaba. la chiquilla gimió. Estaba seca como hojarasca.
- Cielito. - dijo el hombre sonriendo al separarse. - O lubricas o sera peor. Dolerá, mucho, a los dos… pero sobre todo a tí. - le acarició la cara y la besó suavemente. - ¿Te has masturbado alguna vez?
Cielo Riveros asintió.Joaquín, sonriendo,la besó fugazmente en los labios.
- Túmbate en la cama boca arriba, masturbate para mi.
Cielo Riveros gimió. Obediente, fue hasta la cama y se tumbó, con las piernas dobladas y bien abiertas. Su padre se subió a la cama y se situó entre las piernas de su hija sonriendo al ver como la rajita prieta era penetrada despacio por los deditos de su hija que empezaba a jugar con los delicados y sonrosados pliegues, buscando hábilmente el botón del placer, acariciando, pasando la yema de su dedo suavemente por la delicada zona. Cerrando los ojos, la chiquilla, sin dejar de llorar, empezó a gemir mientras notaba a su padre acariciar las plantas de sus pies con las manos y después como las empezaba a besar y lamer. Cielo Riveros seguía usando sus dedos en su coñito, empezando a meterlos despacio, notando como cada vez le costaba menos y como empezaba a lubricar. Tembló, gimió, sollozó… estaba casi lista, pensó la chica. Su padre, sonriendo, fue subiendo por las piernas de la joven besando y lamiendo. Cuando llegó a la entrepierna, apartó las manos de su hoja, lamió la raja húmeda de la niña, que se tensó y gimió sollozando, y besó el suave pubis de su hija.
- Ahora… relájate y eleva las caderas.
Cielo Riveros cerró los ojos, echó todo para atrás y elevó sus caderas ayudada por su padre. Joaquín, sonriendo, apoyó la punta de su glande en la entrada virginal de su hija y la metió despacio, poco a poco, notando las paredes estrechas y prietas, aún algo secas, dilatarse y abrir paso a su enorme polla. Cielo Riveros gimió, y empezó a llorar más, Joaqui sonrió, gimió un poco, le está costando, su hija seguía seca, pero no quería perder más tiempo. Cuando tenía la polla hasta la mitad metida, suspiró. Su hija sudaba y lloraba temblando, con los ojos cerrados.
- Bueno mi pequeña… allá vamos.
Y cogoiendo aire, de un slo golpe, clavó su polla hasta notar como su pubis chocaba con el coño de su hija, que abrió los ojos tanto que parecía fueran a salir de sus órbitas y soltó un grito de dolor y horror al notar como su himen se rompió y las paredes de su coño se abrían y desgarraban por la salvaje acometida de su padre que gritando también por la seca fricción, empezó a meter y sacar su polla rápidamente del coño de su hija aprovechando que la sangre del virgo empezaba a ayudar la lubricación.
JAdeando, excitado, sin importarle los gritos de dolor y las lágrimas de su hija, pensando que ni Natalia ni Katherine Riveros habían sufrido tanto, Joaquín continuó follandose a su joven hija cogiendo sus piernas y poniéndolas sobre los hombros, empezando a la vez a lamer sus pies por completo, incluso entre los dedos, chupandoselos no a uno también, gozando con el momento y la mirada de horror y descongestionada por el llanto de su hijita. Continuando sin parar, pues aún no se había corrido y el mete saca era incesante y brutal en un coño ya chorreante de sangre, Joaquin se reclinó sobre Cielo Riveros y empezó a deleitarse con sus tetas, chupando y mordiendo los pezones de la niña que chillaba cada vez más,.
Excitado como pocas veces, Joaquin está seguro que es con mucho con la que más está gozando de sus tres hijas, quias por el dolor que la está causando, piensa sorprendido, pues nunca se había considerado un sádico, el hombre siente que está a punto de terminar, así que sin dudarlo, embiste fuertes su hija, haciéndola chillar y llorar más aún, y en su tercera sacudida suelta un potente chorro denso de semen en lo más dentro del coño de Cielo Riveros, quedándose ahí, moviéndose dentro despacio, descargando dos chorros más, y dejándose caer sobre el cuerpecito temblores de su hija que llorando aterrada y dolorida, siente como la polla de su padre se va poniendo flacida y sale sola de su interior acompañada de la corrida de este y toda la sangre que le ha producido la vioación que acaba de sufrir.
Sonriendo, jadeando, Joaquín se incorpora y se queda de rodillas sobre la cama, enre las piernas de su hija, una Cielo Riveros jadeante, que sin dejar de temblar y llorar, no puede evitar orinarse encima ante la mirada de su padre que, excitado de repente al ver como la chiquilla se mea encima, se relme viendo como de al abierta y desgarrada entrepierna de su hija sale su semen y sangre de la niña que se junta con la orina.
- Creo que ha sido el mejor polvo de mi vida cielo…. La gente la va a gozar contigo, y más te vale empezar a gozar tu pronto lubricar, o vas a acabar con tu coño destrozado cada vez.
>> Feliz cumpleaños, mi pequeña. - y la besó en la boca abriendose apso a la fuerza enre lo labios de la chiquilla.
Sonriendo, se levanta y va hacia la puerta, da dos golpes y esta se abre dejando ver a una Ana que lo ha oído todo.
- Ha dolido… pero ya está. - dice Joaquin tras besarla. - Tu padre deberá esperar. Se ha meado encima.
Tras Ana, Alberto sonríe.
- Me da igual.
Joaquin le mira, la polla de su suegro está gorda y dura. Es enorme, piensa una vez más. A buen seguro, Cielo Riveros también sangrará por su culo. Bueno, estará más dilatado para cuando el entre luego y la llene sus entrañas. Sonríe.
- Pies adelante,pasa y disfruta.
Y los tres adultos sonríen mientras oyen a Cielo Riveros llorar entre temblores e hipidos sin dejar de sentir un ardor y dolor en su entrepierna que piensa no se irá nunca.
Cielo Riveros es violada por su abuelo
La puerta de la habitación se cerró y Alberto, desnudo, con su enorme y dura polla apuntando a su nieta que lloraba acurrucada en la cama, sonrió,
- Eres una cochina. Eso de mearte ha estado mal. Pero bueno, no eres la primera que follo con una cama empapada de pis. A tu madre le pasó alguna vez al principio.
Cielo Riveros gimió, vió como su abuelo se acercaba y negaba con la cabeza.
- Por favor… mi culo no…
La chiquilla miraba aterrada la enorme polla de su abuelo, con el glande brillante. Alberto llegó hasta ella y acarició su cara.
- Chupala un poco, la lubricaras y dolerá menos.
Llorando, Cielo Riveros miró a su abuelo. La carita descongestionada de la muchacha excitó más al hombre, que acercó su polla a la boca de su nieta.
- Abre… o me obligues, se buena y abre. Ninguna de tus hermanas ni tu madre opusieron nunca resistencia, no lo hagas tú, no queremos que seas la primera que haya que azotar para que obedezca.
Asustada por la amenaza de los azotes, Cielo Riveros abrió la boca y Alberto aprovechó para meter su enorme polla en la boca de la muchacha que casi se ahoga. COn arcadas, llorando, Cielo Riveros chuño hasta que su abuelo consideró suficiente y sacó la polla mojada y brillante.
- A cuatro patas sobre la cama, ya,
Llorando, Cielo Riveros obedeció, y notó enseguida como su abuelo se subía tras ella.
- Qué agujero tan hermoso. - dijo el hombre separando las nalgas y admirando el prieto y cerrado ano de su nieta.
Agachando la cabeza, lo lamió, satisfecho por lo limpio que estaba, aquello hizo que Cielo Riveros se tensara y todo su cuerpo se erizase, endureciendo sus pezones. Sonriendo, Alberto, los acarició desde atrás.
- Ahora… mientras te la clavo bien adentro, daré mimos a estas tetas tan bonitas,
Cielo Riveros lloraba, temblaba, tenía más ganas de mear, pero aguantó cerró los ojos y asintió. Ya solo quería que pasara todo y dormir, si las pesadillas la dejaban, pero despues de que su abuelo la rompiera el culo, pues es lo que iba a pasar, pensaba llorando y aterrada, entraría su padre a follarla por detras tambien y despues, despues, segun su madre, vendría los mimos de ella sus hermanas y podría descansar.
- Bueno mi pequeña… no perdamos más tiempo.
Sonriendo, Alberto separó las nalgas de Cielo Riveros y apoyó la enorme punta de su polla en estrecho y prietto agujerito negro de Cielo Riveros que latia. Solo con sentir esa leve presión Cielo Riveros gimió y tembló, sin poder evitar un nuevo torrente de pis desde su interior. Alberto, sonrió mientras la meada de su nieta le mojaba.
- Perdón… - susurró Cielo Riveros llorando.
- No te preocupes cielo, no pasa nada… no me da asco, es más, me ha excitado.
Y Penetró toda la punta del glande en el culo de Cielo Riveros que gimió cerrando los ojos y apretando las manos y encogiendo los deditos de los pies.
- Ufffffffff…. preciosa…. que estrecha estas…. nos va a doler… nos va a doler mucho. - dijo Alberto sudando y excitado.
Cielo Riveros gimió. Temblaba aterrada, sudaba, lloraba, y enseguida notó las manos de su abuelo en sus tetas masajeandolas y pellizcando sus pezones a la vez. La joven,respondiendo al estímulo, notando sus pezones endurecerse, empezó a lubricar su coño inconscientemente.
Alberto, empujó suavemente un poco dentro de la estrecha cavidad del culo de su nieta, notando como se tensaban la sparedes abriéndose al paso de su enorme verga, notando la seca fricción empezando a sentir dolor, pero sabiendo que a ella,en cuanto la clavara del todo de forma inmisericorde, le doleria mil veces más.
- Ufff…. duele. ¿no?
Cielo Riveros asintió, temblaba aun más.
- Abuelito… por favor…
Sonriendo, Alberto pasó la mano derecha de la teata derecha al coño de Cielo Riveros, notando la humedad en él.
- Mojas… Te gusta en el fondo.
Cielo Riveros negó con la cabeza gimiendo, pero lo cierto es que estaba empapada de placer, involuntario, si, pero placer máximo.
La presión de la enorme verga en su interior se hacía insoportable, la pequeña notaba como la polla de su abuelo latía dentro de ella, y pensaba que no cabría más. La pobrecita estaba muy equivocada, y tardó justo unos pocos segundos en descubrirlo, el tiempo que le llevó a su abuelo a agarrarla de las caderas y de un solo y salvaje empujón meter toda su polla hasta el final, hasta que su pubis chocaba con las nalgas de la pobre chiquilla, desgarrando cruel y salvajemente las prietas y tiernas carnes rosadas del ano y sus paredes de su pobre nieta, que abriendo mucho los ojos, soltó un atroz alarido que se escuchó en toda la casa provocando las sonrisas de sus padres y la de la misma Natalia, que descalza, sonriente y acompañada de su hermana que puso una mueca de lástima, entraban en casa.
Chillando, gritando, notando como su abuelo metía y sacaba con ritmo frenético la polla de su culo aprovechando la lubricación de la sangre, Cielo Riveros deseaba que acabase todo cuanto antes.
Tras cinco minutos de mete saca frenético, su abuelo, se la metilo en el coño por detras un instante, notando como entraba suavemente, pues estaba empapada y se habai corrido varias veces para des pues, y admirando el hombre como el prieto agujero dle ano estaba desc errajado y sangrante ante él, sin cerrarse por la salvjae violación, volvia a meer su polla en el orificio roto on mayor facilidad, jadeando, chillando, para un minuto despeus, soltar un enorme torrente de semen dentro de la pobrecita Cielo Riveros que temblando, sintió como su abuelo se derrumbaba sobre ella y besaba su espalda mientras empezaba otra evz a acariciar sus tetas.
- Has sido la mejor … mejor que la abuela, mejor que tu madre. mejor que tus hermanas… la mejor, y serás la mejor.
Y sacando lentamente la polla de dentro de Cielo Riveros,vió como su corrida, rosacea por la mezcla de la sangre del cruelmente ultrajado ano y la cavidad de la joven Cielo Riveros, se escurría despacio hacia su coño y hacia las sabanas.
Levantándose de la cama, sonriendo, Alberto fue hacia la puerta mientras Cielo Riveros, sin poder moverse, seguía a cuatro patas llorando, notando su culo chillar de dolor, esperando a que su padre, que entraba en ese instante, usará su culo.
- Se ha vuelto a mear.
Joaquin sonrió, tras él, Natalia, que se había desnudado abajo, trata de ver cómo estaba su hermana. El Padre de familia la cogió de la mano.
- Ven… entra conmigo.
Natalia abrió mucho los ojos, padre e hija entraron en el dormitorio de Cielo Riveros.
- Venga, lame… te dejo que lo hagas antes y después. La corrida del abuelo no se puede desperdiciar.
Y sonriendo, Natalia corrió tras su hermana y poniéndose de rodillas detrás de ella, hundió su cara entre las nalgas y empezó a lamer y sorber todo lo que salía de dentro de ano de Cielo Riveros que lloraba temblando mientras sentía placer y paz con la lengua de su hermana.
- Gracias Nati… Gracias.
Y Joaquin, excitado al ver a su hija mayor comer el culo a su hija pequeña, se acercó despacio presto a llenar de nuevo ese culo de leche en cuanto Natalia acabara de limpiar.
La curiosa familia de Joaquín y Ana se divierten unos con otros tras convertir a la joven Cielo Riveros en mujer.
Saliendo tras su padre, relamiendose tras chupar y tragar la corrida de este del culo de su hermana Cielo Riveros, que se quedaba temblando y acurrucada sobre sus meados encima de su cama desecha y apestando a pis y sexo, Natalia sonreia a su familia al completo, su madre, su hermana, sus abuelos y hasta Mikaela, que esperaban fuera, en el pasillo, todos desnudos, sonrientes menos Katherine Riveros que tenía la cara inexpresiva. El grupo, sin sentir pena alguna por la pobre Cielo Riveros, salvo quizás Katherine Riveros, miraban dentro de la habitación donde la joven se acababa de convertir en mujer, en una más de las Chicas de Papá. La muchacha no dejaba de gemir y temblar. con su culo aun sangrando tras las dos violaciones, y su coño ardiendo pero ya sin sangrar tras ser desvirgada.
- ¿Qué tal? - preguntó Ana, besando a su marido. La mujer estaba siendo abrazada por detrás por Alberto, su padre, que frotaba su polla, de nuevo erecta, en el coño de su hija, que empezaba a excitarse.
- Ha sido impresionante. En cuanto esté entrenada y no llore, se queje ni se mee encima, puede ser la mejor.
Natalia miró a su padre ofendida..
- ¿Mejor que yo?
Joaquin sonrió.
- Sí cielito. Falta ver como la chupa y como mastruba con manos y pies pero tu hermanita promete. Si no se comporta como una mojigata, puede ser tan puta como tú, o más.
- Chupar la chupa bien… a mi me la ha lamido antes de darla por culo.
Todos miraron sonriendo a Alberto, que ya sobaba descaradamente las tetas de su hija que empezaba a gemir.
- ¿Os dejamos solos? - dijo Joaquín sonriendo y empalmándose a pesar de haber descargado hace unos minutos dentro de su hija.
- O mejor acompáñanos al dormitorio… - dijo Ana sonriendo y agarrando la polla de su marido mientras notaba a su padre jugar con la punta de la suya en su coño - Vosotras os ponéis a cenar y prepararos para vuestras visitas.
- Os he pasado la agenda de hoy… Nati, Almu mañana tendréis trabajo extra chicas. Unos amigos americanos quieren cataros. Iremos al pueblo pasado..
Las dos hijas de Joaquin asintieron, Mikaela miraba envidiosa a Ana, que se iba con Alberto al dormitorio, la joven desearía estar en su lugar. Bueno, pensó, ella le tiene más a menudo. Lorena, que tambien envidiaba a su hija en ese instante, no dijo nada, abrazó a MIkaela y le susurró algo al oído, las dos mujeres pasaron al baño más cercano ante la mirada de Katherine Riveros y Natalia; esta, se relamió, imaginaba que su abuela y la joven asistenta hija de su abuelo pasarian un buen rato, así que mientras Joaquín y Ana se metía en el dormitorio con el padre de Ana, y Lorena y MIkaela en el baño, Natalia y Katherine Riveros bajaban a cenar algo dejando a Cielo Riveros temblando y sollozando en su cama..
- ¿Sabes hermanita? - decía Natalia mientras bajaban - Me acaban le lamer los pies a conciencia en un probador.
Katherine Riveros sonrió, eso le encantaba a ella también.
- ¿Quien?
- Un tipo que me encontré mirándome los pies por la calle de forma descarada.
- Estabas descalza.- dijo sonriendo y excitada Katherine Riveros.
- Anda, claro.- sonrió Natalia. - Y ya le he dado cita para que venga la semana que viene, que estaré sola.
Natalia recuerda cómo ese hombre ha lamido sus dos pies arrodillado ante ella en el probador de ropa, dejándolos impolutos, blancos, suaves, notando su erección cuando presionaba la entrepierna con el pie libre de las manos y boca del fetichista y como al salir a la calle de nuevo, le ha regalado sus tacones, siguiendo ella descalza hasta casa, no sin antes hacerle prometer que se los devolvería la semana siguiente bien manchado de semen seco por dentro.
Las dos hermanas llegaron a la cocina y empezaron a preparar la cena.
- ¿Cómo estaba Cielo Riveros? - preguntó Katherine Riveros.
- Triste, dolorida, aterrada… pero empapada de placer, la muy cerda. - dijo Natalia casi riendo. - Sabes, puede que papá tenga razón, si le acaba gustando, será la mejor.
Pero su hermana Cielo Riveros estaba ahora mismo muy lejos de que le gustara nada de lo que la esperaba desde hoy en su vida de puta.
Sentadas a la mesa y cenando, las dos hermanas ven en sus móviles sus citas de esa noche.
- Hugo quiere que me vista de colegiala. - dice Katherine Riveros inexpresiva.
Natalia sonrie.
- Y luego tengo dos más… todos con condon salvo Hugo.
Natalia se relame, su hermana la ve y sonríe.
- Te los guardaré.
- Gracias. - dice mirando su agenda - yo cinco. Estan avisados de que estoy con la regla pero les da igual, por lo visto.
- ¿Sin condon?
Natalia asintió.
-Todos. Y mañana…
Las dos miraron.
- Yanquis. - dijeron al unísono mirándose y sonriendo.
- Toda la noche… dijo Natalia - y sin condon. La cosa promete… más pollas manchadas de sangre al acabar.
Ambas se excitaron, se miraron mientras jugaban con sus pies bajo la mesa, algo que les gustaba hacer siempre que podían, sobretodo si estaban solas, porque sabían como acabarian, y ahora, ambas lo deseaban antes de ser folladas.
- Me estas poniendo cachonda hermana. - Dijo Natalia - Y sabes que eso es peligroso.
- Tu estas siempre cachonda. - Dice Katherine Riveros subiendo su pie por la pierna de Natalia y presionando con el pulgar en la entrepierna, notando el cordón del tampón sobresalir.- Y te encanta que te ponga más… y a mí hacerlo, y que me pongas cachonda también.
Natalia gime al notar la punta del pie de su hermana en su coño, y sin pensarselo, se quita el tampón y cogiendo el pie de Katherine Riveros empieza a meterselo dentro y a masturbnarse con el mientras su hermana se lleva la mano a la entrepierna y empieza a meterse sus dedos en el coño,lubricado, jugoso, deseando más.
- ¿Un 69 antes de que nos follen hoy? - dice Katherine Riveros gimiendo.
- ¿Me comerás el coño así … ?- gime Natalia notando la punta del pie de su hermana totalmente dentro de su coño y deseando lamerlo,
Las dos hermanas se miran sonriendo, excitadas, casi a punto de correrse,
- Como si no fuera la primera vez.
Y relamiéndose ambas, sonriendo, sacando de sus coños cada una lo que habían metido con lujuria desenfrenada, lamiendo antes Natalia el pie de Katherine Riveros con pasión y cuidado, dedo a dedo y entre ellos, se tumbaron en el suelo de la cocina haciendo un 69
Mientras toda su familia folla entre ellos, unos con otras, unas con otras, Cielo Riveros logra incorporarse y, jadeando, llorando, temblando, llega a su cuarto de baño donde tras un gran esfuerzo, logra sentarse al inodoro y mear un poco entre lágrimas de dolor y un escozor insufrible. Mirando al interior del váter, la joven ve la sangre caer aún de su cuerpo y tiembla aterrada, pensando que hoy solo ha sido el primer día del resto de su vida. Ahora, piensa llorando sin control y temblando considerablemente, un mes follando con la familia, con toda, pensó acordándose de sus tíos y primos con los que estará toda la semana, y después…
- Después con cualquiera que pague,
Y sin poder controlarlo, vomitó sobre sus pies descalzos sin dejar de temblar y llorar.
Perdón por tardar. He tenido problemas y mucho trabajo. He perdido mi cuenta de correo, me haré una nueva y os avisaré cual es. Subo un episodio cortito pero espero os sacie. Ojalá no tarde en subir algo nuevo, estoy deseando seguir contando las historias de las tres hermanitas.
Cielo Riveros quitó las sábanas de su cama sin dejar de llorar, arrastrando sus pies, encorvada, con el dolor atenazando aún su vientre y sus entrañas. Bajo estas, un protector para los colchones que había en cada cama y que su madre ya había colocado allí hace un par de días en previsión al día de hoy, había impedido que sus fluidos corporales mancharan nada.
Sacando sábanas nuevas de su armario y otro protector, la chiquilla hizo la cama y después se tumbó sobre ella echa un ovillo, temblando, llorando, con su mano metida entre sus piernas acariciando su ultrajado coño, acariciando de vez en cuando su ano roto y desgarrado de donde ya se había asegurado, lavandolo bien en el vide entre espasmos de dolor, no salía sangre.
Cerrando los ojos, pensó una vez más en que desde hoy, esto, sería habitual, y deseó morirse.
De repente, la puerta se abrió, sobresaltada, asustada, temiendo ver entrar a su padre o su abuelo empalmados, Cielo Riveros se tranquilizó al ver pasar a sus hermanas. Natalia desnuda, Katherine Riveros vestida con el uniforme que usaba en el colegio, medias incluidas pero descalza. La falda le quedaba algo pequeña, y dejaba ver que no llevaba bragas. Cielo Riveros supo que estaba esperando la visita de alguien. Temblando, vio a sus hermanas cerrar la puerta y echar el pestillo. incorporándose poco a poco, se sentó en la cama mientras sus hermanas se acercaban, cada una se sentó a su lado y apoyó una mano en su muslo y besaron su mejilla correspondiente.
- Duele… mucho…. ¿Es siempre así? - sollozó.
- Al principio sí, pero enseguida te gustará. - dijo Natalia para tratar de que la chiquilla se relajara mientras las dos hermanas acariciaban el muslo de Cielo Riveros y subían hacia arriba. Sin saber porque, Cielo Riveros, abrió las piernas y dejó a sus hermanas hacer.
- ¿Nos dejas?
Cielo Riveros asintió.
- Me encanta masturbarme… pero no me siento capaz.
- Pues dejanos a nosotras,
Y cerrando los ojos, sollozando, Cielo Riveros dejó a sus hermanas jugar con sus labios, su clítoris, sus pliegues, sintiendo las suaves manos de ambas. Gimiendo, la muchacha se echó hacia atrás y sus hermanas empezaron a acariciar más despacio la entrepierna de Cielo Riveros. POco a poco, Katherine Riveros subió su mano hasta las tetas de su hermanita y empezó a pellizcar sus pezones, ya erectos por el placer de la masturbación a la que la estaban sometiendo, y después al notar a Cielo Riveros gemir, empezó a lamerlos y morderlos mientras Natalia, separando más las piernas de Cielo Riveros, hundió su cara en el coño de su hermana pequeña y empezó a lamerlo a la vez que desde el salón, acompañado por el resto de la familia todos desnudos, los padres de las tres muchachas, orgullosos, contemplaban la escena a través el circuito cerrado de cámaras de vigilancia que había por toda la casa.
- Si… - dijo Joaquin sonriendo notando la mano de su suegra en su polla - Sin duda, Cielo Riveros será la mejor.
Y agarrando la cabeza de la madre de su mujer, la llevó hasta su entrepierna mientras su suegro ponía a cuatro patas en el salón a su hija y empezaba a follarla mientras Mikaela se colocaba tras Lorena y empezaba a comerla el coño al mismo ritmo que estaba chupaba la polla de Joaquín.
A solas ya con Hugo, Katherine Riveros acariciaba la dura polla de este con sus pies envueltos en las suaves medias de nylon del uniforme de colegio. Sonriendo, la chica se mordía el labio ante la vista de la enorme polla del socio de su padre que gemía de placer sintiendo esos habilidosos pies en su polla.
- Quiero llenarlos de leche, preciosa… y luego ver como los lames.
Katherine Riveros sonrió.
- Eso está hecho papi. - contestó como le gustaba a Hugo que hiciera, tratandole como si fuera su papi. - Y luego dejaré que me folles si te quedan fuerzas.
Y ambos sabían que así sería, y que Katherine Riveros acabaría de rodillas sobre la cama, desnuda, solo con las medias puestas, pringosas y húmedas, siendo penetrada desde atrás y por su coño rezumante de éxtasis.
- Hugo… - dijo Katherine Riveros acariciando con su planta la rezumante punta del capullo que brillaba - ¿Porque no has querido esta noche a Nati? Es tu favorita.
Hugo sonrió, acarició el pie que Katherine Riveros tenía sobre su polla y gimió.
- A Nati me la follo cada día gratis preciosa… y hoy me apetecía una paja con los pies y en eso, nadie como tu, zorrita.
- Papá me ha dicho que usarás condón…Esperaba me llenaras de leche también por dentro.
Excitado, apunto de correrse en los piececitos de Katherine Riveros, Hugo sonrió.
- Si… otro día preciosa, te prometo que otro dia te relleno como un pavo… pero hoy, mi leche se la beberá Nati directamente del condón.
Y los dos sonrieron sabiendo lo puta que era la mayor de las hermanas.
En su habitaciòn, Natalia chillaba de placer mientras su primer cliente la enculaba.
La chica concordia bien la polla de ese hombre, que ya había ido alguna vez y que siempre le elegía a ella, pues le encantaba el prieto y terso culo de la mayor de las hermanas Riveros .
- Que polla mas maravillosa, Julian.
La enorme polla de Julian, un hombre de cincuenta años, deportista, alto, fuerte y que vivía solo, entraba y salia del recto de natalia con fluidez, sin dificultad a pesar dle tamaño mientras sobaba y pellizcaba las tetas de Natalia que jadeaba relamiendose.
- Al acabar, deja que te la chupe y limpie, quiero exprimirla a tope.
- Si prefieres, acabo en tu garganta.
Natalia gimió, excitada, giró la cabeza.
- Eso sería la hostia.
En su habitación, Cielo Riveros se vestía para bajar a cenar, y en la cocina, sus padres, ya solos, vestidos, esperaban a que su hija pequeña estuviera con ellos para contarles su experiencia.
Alberto, Lorena y Mikaela se habían marcado hacía ya media hora, saciados de sexo y quedando en verse en el pueblo todos esa semana santa, pues deseaban ser partícipes de la iniciación de Cielo Riveros la cual, no había hecho si no empezar.
VIERNES 27 DE MARZO
Sin apenas dormir, pues las pesadillas siendo violada por su padre y su abuelo una y otra vez no la dejan hacerlo en toda la noche, Cielo Riveros bajó vestida con el uniforme del colegio al comedor.
Sus hermanas seguían en sus habitaciones, y en la de Natalia se oían aún gemidos. Toda la noche, pensó, Natalia lleva toda la noche follando, y eso era algo que la esperaba a ella en muy poco tiempo.
Antes de que bajara, la puerta de la habitación de Katherine Riveros se abrió y esta salió y sonrió a Cielo Riveros. Al verla la cara, supo que su hermana no había dormido. Acercándose a ella hasta que las puntas de sus pies descalzos se tocaron, besó a su hermana en la boca con la lengua jugando y sintió sus lágrimas.
- ¿Como estas?
Cielo Riveros se encogió de hombros.
-¿Duele? - preguntó Katherine Riveros
- No. - susurró Cielo Riveros, y era verdad, - Solo el culo cuando…
- Cuando cagas. - dijo Katherine Riveros sonriendo.
Cielo Riveros asintió.
- Pero no sangro ya. Anoche aún si, pero esta mañana ya no.
- Bien… no piense que no volverás a sangrar, las primeras veces te abren las heridas y sangras de nuevo, y si te follan con una muy gorda será peor. y pasará, creeme, pasará… y pronto.
Cielo Riveros miró a Katherine Riveros.
- ¿En el pueblo?
Katherine Riveros asintió,
- ¿Quien? - dijo sollozando la chiquilla.
- No puedo decírtelo. - y Katherine Riveros volvió a besar a su hermana en la boca.
>> Venga, bajemos a desayunar.
- ¿Tu noche?
Katherine Riveros sonrió.
- Maravillosa, con Hugo como siempre, y los otros dos han sido muy cariñosos y sensibles, uno se ha corrido muy rápido, asi que le he dejado repetir gratis, por lo que Nati tiene un condón más para tragar.
Cielo Riveros se mordió el labio.
- ¿Cómo le puede gustar tanto?
Katherine Riveros se encogió de hombros.
- Ya verás como a ti también te gustará cuando lo pruebes. No está tan mal, después de todo. Piensa que es leche.
Y sin decir más bajó las escaleras dejando a su hermana de pie ante la puerta de la habitación de su hermana. Cielo Riveros, sin saber bien por qué, entró en la habitación y fue hasta los pies de la cama, donde estaba la papelera en la que Katherine Riveros echaba los condones usados. Arrodillados ante ella, metió la mano y sacó uno. Cogiendo aire, se lo llevó a la boca y sin pensarlo, se tragó su contenido de golpe mientras desde la puerta, sus padres, que habían subido a buscarla, miraban la escena orgullosos y sonreían al ver como su hijita, soltaba el condón para coger otro y tragarlo también, acabando por beberse el contenido de los tres condones que esa noche había usado Katherine Riveros.
Bravo cariño. - dijo Joaquin.
Cielo Riveros, sorprendida, se dió la vuelta y empezó a sollozar.
-Oh… no, no, no…. mi niña. dijo el padre acercándose, empalmado. - Eso que has hecho es maravilloso.
Cielo Riveros fue a levantarse pero su padre la empujó delicadamente.
-Y ahora, vas a probarla directamente de una polla. - dijo desnudándose. Tras él, su mujer sonreía, y Katherine Riveros que había subido de nuevo, miraba todo desde la puerta.
- No… no se como…- gimió Cielo Riveros mirando la polla de su padre ante su cara.
- Bésala. - dijo Joaquin.
Gimiendo, Cielo Riveros acercó sus labios y besó la brillante y goteante punta de la polla de su padre. Joaquin, gimió.
- Ahora. - dijo el hombre - agárrala con las manos, acaríciala y métetela en la boca hasta donde entre.
Cielo Riveros hizo lo que le pedían.
- Y ahora, despacio, sin dejar de acariciarla con las manos, métela y sácala de tu boquita, jugando con la punta de la lengua en su punta, y espera a que te inunde la boca de sabor,
Y gimiendo, asombrada por ver que le había gustado el sabor, Cielo Riveros, hizo su primera mamada hasta el final, saboreando el semen de su padre cayendo por su garganta, y sorbiendo al final como si fuera una pajita, algo que hizo gemir a Joaquín y sonreír mientras acariciaba el pelo de su hija.
- Buena chica cielo… buena chica. --Eres una verdadera puta en la cama a la hora de culiar ricura, el sueño de cualquier macho caliente como yo, ¡¡jajajaja!! Siiii papiiii!! ¡¡Yo soy su putaaa!! Soy su putitaaaaa!! soy su mujerrrrrr!!,,
–- Vamos putita dime quien es tu macho, quien es dueño de tu cuerpo……
–-Uuusteed uussteed es miii maaachooo, ahhh ahhh……
–-Ussteed ess mii duueeñooo ahhh ayyy ………
–-Humm mi putita así me gusta…… dime que eres ahora de mi………
–-Ahhh ahhh suuu mujer, soy suu muujerr ahhh ahhh ……
–-Ahora me perteneces muñeca y no te dejare nunca………
--ahii paapiii siii, hazlo, haz lo que tú quieras ………
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